Nunca he cocinado cordero, mejor dicho, llevo años sin cocinarlo. Comerlo si, fuera de Ceuta, aquí nada de comerlo y cocinarlo, ni de coña. Por mucha confianza que tengas con el carnicero, te dan borrego con espolones por corderito lechal. La casa se queda con el tufo durante días así que prohibido cocinarlo y en cuanto a comerlo son contados los restaurantes de la city donde te ponen un cordero en condiciones que desde luego,cobran bien, por tanto, es un placer que reservo para cuando cruzo Despeñaperros.
Hasta que un día, entre Ribera y Ribera de fridays a mediodía, D. Antonio López me comentó que había comprado para Año Nuevo unas piernas de cordero lechal de Riaza (Segovia), congeladas y que habían salido de lujo, sin tufo ni grasa, ni na. Total, que allí fui yo, a los congelados de " la despensa de Marta" por las patitas del bicho. Las venden envasadas al vacío, de dos en dos.
Hay que fijarse en la fecha de congelación, que no sea muy antigua, por aquello del enranciamiento de las grasas trans. Las dos vienen a pesar kilo y medio, suficiente para 3 personas, bastante para dos.
Las puse a descongelar en la nevera el viernes por la tarde y hoy, domingo, las he cocinado. Ya sabéis que yo de cocina ando escasita, por eso me gustan tanto las recetas que te luces con poco esfuerzo, esta es una de ellas.
Hay que fijarse en la fecha de congelación, que no sea muy antigua, por aquello del enranciamiento de las grasas trans. Las dos vienen a pesar kilo y medio, suficiente para 3 personas, bastante para dos.
Las puse a descongelar en la nevera el viernes por la tarde y hoy, domingo, las he cocinado. Ya sabéis que yo de cocina ando escasita, por eso me gustan tanto las recetas que te luces con poco esfuerzo, esta es una de ellas.
Ingredientes: dos patas de cordero lechal de Riaza, tres o cuatro dientes de ajo, un vasito de vino blanco, sal, aceite de oliva, tres o cuatro patatas, un puñado de perejil, un par de hojas de laurel y un puñado de romero o tomillo.
Preparación: precalentamos el horno a 220°. En una fuente de horno colocamos el cordero limpio de grasa ( yo he dejado una poquita), salamos, bañamos con AOVE y añadimos el laurel, tomillo o romero, ajo majado con perejil, vino blanco y medio vasito de agua.
Cuando lo metemos en el horno bajamos la temperatura a 160° y dejamos cocinar durante 35 minutos al cabo de los cuales subimos a 220° para que se dore antes de dar la vuelta.
Pasados estos 45 minutos le damos la vuelta y dejamos cocinar otra vez 35 minutos a 160º y otros 10 más a 220º para que se dore bien.
Preparación: precalentamos el horno a 220°. En una fuente de horno colocamos el cordero limpio de grasa ( yo he dejado una poquita), salamos, bañamos con AOVE y añadimos el laurel, tomillo o romero, ajo majado con perejil, vino blanco y medio vasito de agua.
Cuando lo metemos en el horno bajamos la temperatura a 160° y dejamos cocinar durante 35 minutos al cabo de los cuales subimos a 220° para que se dore antes de dar la vuelta.
Pasados estos 45 minutos le damos la vuelta y dejamos cocinar otra vez 35 minutos a 160º y otros 10 más a 220º para que se dore bien.
Si queremos acompañar con patatas asadas podemos cortarlas en rodajas gruesas y colocarlas en otra fuente con un majado de ajo, perejil, sal, vino y aceite que meteremos en el horno los últimos 40 minutos de horneado.
Exquisito!
Buen provecho!
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