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viernes, 25 de octubre de 2019

fabes con almejas


      


      ingredientes:

      500-750 gr de fabes para 4 o 6 personas....
1/2 kg de almejas.
2 cebollas.
2 hojas de laurel.
Unas hebras de azafrán 
1/2 cabeza de ajos.
100 ml de vino blanco.
1 cucharada de harina.
Unas ramitas de perejil fresco.
AOVE y sal.
Poner a remojo las fabes o alubias en un bol con agua la noche anterior. Lo ideal es que estén al menos 12 horas hidratándose.
En una cazuela ancha, añadir las fabes y agua hasta cubrirlas de sobra, que queden al menos 2-3 dedos de agua por encima, a mí me gusta utilizar el caldo de las raspas del rape que suelo tener congelado y utilizarlo en estos platos.
Poner la cacerola a fuego fuerte, y cuando empiece a hervir, añadir una cebolla pelada entera, las hojas de laurel, la mitad de los dientes de ajo pelados (unos tres o cuatro) y un chorrito de aceite de oliva.
Bajar la temperatura y deja que se cueza durante 2 horas, sin que el agua esté hirviendo, para evitar que las fabes se rompan. Remueve de vez en cuando haciendo movimientos circulares simplemente cogiendo la olla de las asas, no utilizar cucharas, ni si quiera de palo, las fabes se rompen.
Añadir, de vez en cuando, algún vaso de agua fría para asustar las fabes. Si se forma espuma en la parte superior, retírala con una espumadera.
Mientras se cuecen, preparamos las almejas a parte una vez lavadas y que hayan expulsado toda la arena. En un cazo con un poco de agua y el fuego fuerte, echamos las almejas para que se abran. Una vez abiertas, colamos y reservamos el caldo y las almejas que las añadiremos a las fabes al final de la cocción de estas.
Cortamos la otra cebolla muy finita, los dientes de ajo y el perejil. Se pone todo en una sartén a pochar con un poco de aceite hasta que la cebolla esté transparente.
Añadimos la cucharada de harina, removemos bien durante un minuto y a continuación incorporamos el vino blanco y el caldo de las almejas. Dejamos que el alcohol se evapore durante unos minutos y añadimos el azafrán. Lo incorporamos a la olla con las fabes y ajustamos de sal.
Subimos el fuego para llevar el guiso a ebullición, y cuando eso ocurra, bájalo de nuevo a temperatura media-baja y deja cocer una hora más. Rectificamos de sal si es necesario. Y una vez pasado el tiempo y que estén tiernas, apagamos el fuego y añadimos las almejas.
Dejamos reposar unas dos horas antes de servir, si cocinamos de un día para otro estará aun más rico el guiso.

domingo, 11 de marzo de 2018

Fabada norteña

Acabando el mes de agosto servidora, junto con mi media naranja y un puñado de amigos, nos encontrábamos en Olibhander, tienda de ultramarinos de postín en la Calle Mayor de Palencia,  comprando cecina y riberitas del Duero por aquello del "algo habrá que llevarse de recuerdo de este viajecito además de un imán para la nevera", que por cierto, no compré. En esto, que haciendo tiempo mientras esperaba turno, fui a fijarme en unos sacos de legumbres dispuestos en el suelo, llamaron mi atención el tamaño de las fabes. Le pregunté a la moza y me dijo: " lleveselas señora, son de la tierra y como todo lo que aquí se cría, de una calidad excelente". De allí que me fui con mi paquetón de kilo de fabes XXL a granel, junto con la promesa de invitar a la compaña cuando las cocinara, una vez llegado el invierno. 
Y aquí estamos, que un dia por otro las fabes guardadas y sin cocinar, hasta que dije " o nos las comemos o germinan". Así que este sábado me puse manos al fogón, aunque en realidad fue el jueves cuando comencé a gestionar el contundente plato.
Lástima que no tengamos una casa con un buen salón comedor donde meter a 20, porque hubo para repartir y se echó de menos al resto del grupo. Deberíamos hacer como los vascos y formar una sociedad gastronómica con su local para reuniones.

Delantal, buen pimentón de la Vera, y paciencia, mucha paciencia, eso es lo necesario para preparar este potaje tan rico.

Ingredientes para 6 comensales:

1/2 k de judías
2 chorizos asturianos
2 morcillas de cebolla
1 trozo de panceta
1 trozo lacón
1 cebolla
2 hojas de laurel
1 cucharadita de pimentón de la Vera
2 o 3 hebras de azafrán
Sal
Un chorrito de AOVE

En un recipiente bien grande ponemos las fabes en remojo con agua fría, un día antes de cocinarlas, es decir, 48h antes de cuando te las quieras comer. Primero se pondrán arrugaditas y luego comenzaran a hidratarse doblando su tamaño, volverán a ser lisas, preciosas.
En otro recipiente con agua templada y un poco de pimentón ponemos los chorizos y las morcillas.
Y en otro recipiente tambien con agua templada, la panceta y el lacon.
Cuando tengamos las fabes hitratadas, que ya habran pasado de 12 a 20 horas, estaremos listos para comenzar a cocinarlas.
Echamos las judías en una buena olla, cubrimos con agua mineral de botella, añadimos la cebolla cortada en 4 trozos, los chorizos, la panceta y el lacón, los ajos, las hojas de laurel, una cucharadita de pimentón, un chorrito de AOVE y las hebras de azafran que previamente habremos calentado 90s en el microondas y machacado con el mortero.
Cocinamos a fuego fuerte hasta que comience a hervir, le cortamos la coccion añadiendo un par de chorros de agua fria, bajamos el fuego y dejamos que se cocine a fuego lento durante unas 3 horas. Añadimos entonces las morcillas y dejamos media hora mas.
Probamos a ver si estan tiernas y rectificamos de sal.
Dejamos reposar mínimo 3-4 horas antes de servirlas para que se mezclen los sabores.
Recalentamos y podemos presentarla sacando y cortando los sacramentos en plato a parte.
Acompañar de sidra asturiana o un buen vino tinto, como el que nos obsequiaron nuestros invitados.

Tras el postre y la sobremesa, para acabar el dia y digerir las fabes decidimos dar un paseito nocturno por Ceuta, así que con la misma ropa de casa y sin mucha restauración cogí un buen plumas y nos fuimos a la calle donde nos sorprendió un caudaloso chaparrón que en menos de 20 segundos nos dejó empapados. Buscamos refugio en el Santuario de Javi San Martín que entre baile y cánticos nos  amenizó la velada hasta pasadas las 2 de la mañana, cuando la Virgen de la Cueva dió tregua para que volviéramos a casa caminando. 
Buena noche a pesar de la lluvia, mejor ambiente y excelente compañía con esos peregrinos cocinillas.



Buen provecho!

domingo, 6 de marzo de 2016

potaje de castañas

Tengo el blog abandonado, no será por falta de recetas y aportaciones de amigos y conocidos que hacen cola esperando turno para ver la luz en este rincón de la red, sino por mi desorganización organizada. Hay épocas del año en que me dejo absorber de tal forma por las tareas profesionales que parece no exista otra cosa, para llegando la primavera, despertar del letargo encendido y espabilar , siendo muy consciente de que hay otros ramales de la vida diaria a las que organizándote, también se les puede dedicar un cachito de tiempo seguramente mas enriquecedor o por lo menos, igual.

Alla por noviembre quizás diciembre en pre-campaña navideña, cuando el otoño ya esta diciendo que se va para dejar paso al cálido (en esta ocasión) invierno, siendo tiempo de castañas, nos reunimos en torno a buena mesa, como solemos hacer casi todos los meses, algunos peregrinos cocinillas en una de esas comidas-copas-meriendas-cenas y a veces mas copas. En esto que entre col y col aparecieron los ricos potajes de invierno a los que en ciertas localidades de la geografía española les añaden productos de temporada, tal como las castañas.
Servidora recuerda que en cierta ocasión, convidada en casa de una buena amiga granadina, pudo disfrutar de unos de estos guisos preparados al calor de la chimenea del estar que, ademas de cocinar los potes, servia para calentar nuestros ateridos cuerpos helados por la Sierra Nevada. De tan exquisito manjar, solo recuerdo que disfruté comiendo, pues por la insconsciencia de la edad que gozaba entonces, a penas los 20, ni se me ocurrió pedir receta.
Hoy nuestra Maria José Orgambide me regala una que seguramente estará igual de exquisita que aquella. La subo con la intención de prepararla  el próximo otoño pues se pasó el tiempo de castañas.
Aqui os la dejo.





Ingredientes para 4 personas: 1/2 k de garbanzos, 1/2k de castañas pilongas, 1/4k de callos de cerdo, 100g de tocino entreverado, 2 tomates maduros, 1 cebolla, 2o 3 dientes de ajo, 2 pimientos rojos, pimienta negra en grano (al gusto), 2 hojas de laurel, azafrán, aceite de oliva virgen extra, sal al gusto.

Se dejan las castañas y los garbanzos en remojo desde la tarde anterior en recipientes distintos.
Se prepara un sofrito con los ajos, la cebolla, los pimientos y los tomates pelados y se reserva.

En una olla se echan los garbanzos con un litro de agua el laurel; al empezar a hervir se le vierte el callo limpio y troceado, el sofrito y el tocino también muy troceado. Cuando los garbanzos están prácticamente cocidos (30 min),  casi tiernos, se les incorporan las castañas partidas mitad, el azafrán, la pimienta, se prueba de sal y se deja como máximo unos 10 minutos mas de cochura.
Y a comerrrrrrr!!!!!!


domingo, 12 de julio de 2015

Garbanzos con chocos

Receta típica de la cocina caballa. La primera vez que los probé fue en el bar que la familia Carmona regentaba en la plaza del mercado de Zurrón, la madre de Rafa Carmona, una de las mejores cocineras que jamás he conocido y conoceré, era la que preparaba estos guisos que se hicieron famosos en la ciudad. A pesar de los reducidos metros con los que contaba el local, multitud de vecinos se echaban su cañita allí. Siempre hasta la bandera desbordándose de público por los aledaños. Recuerdo especialmente ir a mediodía el 24 de diciembre con los compañeros del antiguo almacén Garnica a celebrar la Navidad. Entre zambombas, panderetas villancicos y cantes, nos poníamos fatis de comer, la señora Carmona no paraba de sacar tapas y tapas y cebarnos. Sus recetas eran secreto sumarísimo pero su hija Toñi,  después de mucho insistir, me la dio y aquí la dejo.


Ingredientes: 1 choco grande de 1 k mas o menos, un bote de garbanzos o garbanzas que son mas tiernas, patatas (opcional) un pimiento, un tomate, una cebolla, laurel, pimentón, azafrán, sal, aceite de oliva, ajos, un trozo de pan duro y un chorreón de caldo de pescado, como medio litro.

                                                              
En la olla se pone el pimiento, la cebolla, el tomate, todo bien picadito, una hoja de laurel, un chorreón de aceite de oliva virgen extra, el pimentón y azafrán. Se deja unos 10 min pochando.


Freímos el pan y los ajos en aceite y se majan en el mortero. Cuando esté listo el refrito,  se puede o no pasar por la batidora, se añade el bote de garbanzos bien enjuagados al guiso o los garbanzos puestos a remojar en agua previamente 24 horas y dejamos cocer hasta que estén casi tiernos. Se añaden los chocos, el majado de ajos y pan y el caldo. Se dejan cocer hasta que estén listos. Rectificamos de sal. Se pueden añadir patatas si se quiere un guiso más consistente.En unos 15 o 20 minutos tendremos el plato listo para comer.
Riquísimo de la muerte y baratito.


 

viernes, 3 de julio de 2015

garbanzos en oliva y condimentos

Una receta muy fácil de preparar, ideal para disfrutarla cuando vemos los partidos de fútbol, películas o series favoritas, con unas tostadas calentitas y todo lo demás.... Garbanzos hervidos, bañados en aceite de oliva y bien condimentados con diferentes especias. Ideales como aperitivo o para acompañar carnes a la plancha o al horno. Quedan muy bien y ricos combinados con ensaladas de lechugas verdes o ensaladas de tomates. Si preparas en cantidad te sacarán de apuro porque los puedes tener en la nevera varios días. Esta receta me la dio mi amiga Susana de Chipiona que aunque no es muy cocinilla (cuando se pone, se pone) si es muy viajera.
Ingredientes (6 comensales): 2 tazas de garbanzos, aceite de oliva en cantidad suficiente para cubrirlos casi por completo una vez hervidos, 1 cucharada de orégano, 1 cucharada de pimentón dulce o picante, 1 cucharada de ají molido picante, 1 cucharada de perejil seco molido, 1 cucharadita colmada de ajo en polvo, 1 cucharadita de romero, 3 hojas de laurel, sal a gusto, 1 cucharadita de pimienta negra molida, agua para dejar en remojo los garbanzos y para hervirlos.
Pasos: Colocar los garbanzos en un bol y cubrirlos de agua, dejarlos en remojo toda la noche.
           Al día siguiente, hervirlos en abundante agua hasta que queden tiernos pero sin que suelten la
           piel.
           Escurrirlos y dejarlos enfriar.
           Condimentarlos con sal, las especias y aceite de oliva.
           Guardarlos en frascos de cristal con tapa y conservarlos en la nevera hasta el momento de
           servirlos.
Un consejo, el aceite debe casi cubrir completamente los garbanzos y mezclarlos bien para que se impregnen de especias y condimentos