Segundo Domingo de Ramos de la era Covid. Esto no tiene fin y mi cabreo tampoco. Nos toca esperar turno de años junto al resto de "esenciales no vacunables "
En fin, menos mal que esto es un blog de cocina y a saco roto van mis quejas. Por lo tanto.... ¡Cocinera a tus fogones!
Andaba mi cabeza discurriendo que plato cocinar para un día tan precioso como la celebración de la entrada de Jesús en Jerusalén, día de alabanzas a Dios, cánticos y palmas. Ese "Domingo de Ramos que si no estrenas nà se te caen las manos" y que, hasta hace un año, solía pillarnos de viaje por esos mundos peregrinos.
Ya contaba con una fuente de piquillos rellenos de bacalao y su salsita de "tomapanymoja" que a los Faus les gusta mucho, la mejor manera de comenzar nuestra Semana Grande. Pensé en acompañarlos con un arroz blanco cocido o algo así, pero resultó que se cruzó en mi camino Baharat, una tienda de especias, te, café y algo mas que han puesto justo en frente de mi casa.
Empezé a inspeccionar expositores y salí de alli además de con té aromatizado, orégano, fruta seca, almendras garrapiñadas cubiertas de chocolate belga y aceite de oliva, con unas setas deshidratadas que me inspiraron para hacer este risotto dominguero.
Dejo receta, las cantidades son para servir el arroz como guarnición de 4 personas.