Siempre recordaré a Grande Covián disertando sobre los ácidos oleicos y refiriéndose al cerdo ibérico como un "olivo con patas". ¡Que disfrutaba este hombre hablando de gastronomía y nutrición!.
Pues de eso va esta receta, de solomillos de cerdo ibérico, puro y sanísimo oleico, con mostaza "ancienne", como dicen los gabachos.
¡ Por vuestra grandeza, maestros!
Necesitamos para 4 comensales:
Un par de solomillos ibéricos
Un vaso de vino blanco
Medio de AOVE
Ajos
Sal
Pimienta
Un par de cucharadas de mostaza antigua.
Cuatro lonchas muy finitas de bacon ahumado.
Elaboración:
Preparamos una emulsión con el vino, la mostaza, el aceite, los ajos golpeados, un poco de sal y pimienta. Ponemos los solomillos en un bol a macerar en ella y guardamos en la nevera.
Pasadas un par de horas, calentamos el horno a 200 grados, ponemos los solomillos en una sartén, sellamos un par de minutos por todas las caras y los pasamos a una rustidera. Los envolvemos en las lonchas de bacon y volcamos la emulsión sobre ellos. Metemos al horno y dejamos cocinar unos 20 min a 180 grados con cuidado que no se sequen demasiado, deben quedar jugosos.
Al acabar, fileteamos y podemos pasar por la batidora la salsa. Yo la dejo tal cual, que se vean los granitos de la mostaza.
Riquisimos.
Se puede acompañar de unas verduras o papas asadas.
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