Anoche, estando de copas en "el patio de Macu", entre velas, cacahuetes, Zacapa y Beefeater, surgió una interesante conversación sobre "pollos hormonados y su influencia en la juventud de hoy día". Aunque esto parezca el título de una tesina soporífera, algo debe de haber cierto pues en las ultimas visitas médicas algunos galenos especialistas en endocrinología suelen preguntar si nuestros vástagos acostumbran a comer mucho pollo. Por si acaso, lo mejor será prevenir y mirar etiquetas a la hora de comprar la regia ave para que sean todo lo "ecológico" posible y evitemos esa cantidad sustancias libres en la carne que consumimos que están volviendo locos los niveles hormonales de todo caminante a dos patas. Se me viene a la cabeza aquello de las mutaciones. Bufff, mejor no seguir pensando. El caso es que tanto pollo me recordó una receta que Manolo Vilches me había estado contando un rato antes en la piscina, de las que me gustan a mi, fácil, rápida y rica. Ahí va:
ingredientes: un pollo entero limpio, sal, pimienta, ajo, perejil, mantequilla o margarina zas, un limón y patatas.
Cortamos las patatas en panadera y las colocamos en una bandeja de horno a modo de cama para el pollo.
Mezclamos la mantequilla con el ajo y el perejil muy picaditos y untamos toda la superficie del pollo previamente salpimentado, metemos el limón dentro del pollo (ya sabéis por donde. ¡caramba!, que no hace falta escribirlo todo).
Colocamos el pollo en la bandeja sobre las patatas y al horno a unos 180-200º unos 40 minutos.
A comerrrrrrr!!!!
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