No puede ser más fácil, o es que tener al padre Alberto de máster chef en la cocina lo hace más que sencillo. No sé cuántos roscones llevará él, cientos, quizás y cada vez le salen más ricos, yo creo que alguno he hecho, pero vaya, ni comparación.
Ingredientes:
700g de harina de fuerza
Un paquete de levadura fresca de Mercadona(50g)
2 huevos
100g de Leche
150g de azúcar
Un limón
Una naranja
Una pizca de sal
Dos cucharadas de agua de azahar
Una pizca de canela
Una cucharadita de extracto de vainilla
100g de mantequilla.
Y si puede ser...una Thermomix.
Empezamos pulverizando el azucar en el vaso durante unos 30 segundos a velocidad 6. Incorporamos la piel del limón y de la naranja sin la parte blanca y volvemos a pulverizar.
Cómo a falta de pan, buenas son tortas, si no tenemos Thermomix, nos apañamos con el molinillo del café.
Sobre el azúcar y las pieles de los cítricos pulverizados, que huelen a gloria bendita, añadimos la leche y los zumos del limón y la naranja. Programamos 2 min a 40 grados velocidad 2. (Templamos la mezcla para incorporar la levadura).
Una vez calentita la preparación, añadimos por este orden: la mantequilla, la levadura, los huevos, el agua de azahar, la vainilla, la canela y la sal. Batimos unos segundos para que se mezcle todo bien a velocidad 5.
Es el momento de añadir la mitad de la harina y amasar durante 30 segundos a velocidad 6. Luego, añadimos la otra mitad y programamos 3 minutos a velocidad espiga.
Sin el robot, haríamos un volcán en la encimera de la cocina con harina y a trabajar bíceps y tríceps.
Una vez amasado si vemos que la masa se pega mucho a los dedos, le echamos un poquito más de harina y volvemos a trabajar unos 30 segundos.
Retiramos la masa del vaso y separamos en dos mitades (salen dos roscones medianos con esta cantidad de harina) y dejamos en reposo cubiertas con un paño durante unas 3 horas.
Pasado este tiempo, la masa habrá subido bastante, hacemos un boquete en el centro y vamos estirando hacia los lados dando forma de roscón.
Preparamos la bandeja del horno con un papel de hornear y sobre ella depositamos nuestro rosco.
Metemos la bandeja en el horno pero lo vamos a dejar reposar otras 6 o 7 horas tras las que pintaremos con huevo y adornaremos con almendras fileteadas, azúcar húmeda, lágrimas de chocolate y fruta escarchada si tenemos.(En el super no quedaba ni un paquetito).
Encendemos el horno a 170 grados con calor arriba y abajo y en unos 30 minutos tendremos nuestro postre de reyes listo para comer.
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