Las albóndigas de Pilar son espectaculares, suaves, blanditas, tiernas, sabrosas.... puedo seguir porque son las mejores que he probado nunca. Las llevó a la cena del día 5 y mis dos catadores particulares me insistieron en que pidiera la receta a ver si aprendía a hacerlas y mejoraba las mías, son perdigones según mis hijos.
Ingredientes: carne picada de pollo, miga de pan, leche, cebolla, huevo, ajo, perejil, sal, aceite de oliva y vino blanco.
En el vaso de la batidora ponemos un huevo, una cebolla cortada en cuatro partes, ajo, una miga de pan mojada en leche, perejil, sal y batimos. Le añadimos esto a la carne picada que previamente hemos reservado en un bol y amasamos.
Nos untamos las manos con aceite, vamos formando las albóndigas y freímos en aceite. Reservamos.
En el aceite sobrante pochamos una cebolla y un par de ajos, añadimos una miga de pan, un vasito de vino blanco, dejamos cocer y batimos. Se lo añadimos a las albóndigas.
Sencillas, riquísimas.
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